Una paraulata de los andes con sus patas grandes. Después de
dar un vuelo rasante sobre el tejado, vino a parar en mi jardín; se encaramó en una rama de un aguacate y
entonó su suave canto. Estaba feliz pues no ha cesado de llover en estos diez días y
hay comida en abundancia. Sus ojos son negros bordeados con un anillo amarillo.
Su pecho y garganta son de un gris claro. El lomo y las alas son más oscuros.
De la base del pico salen unos bigotes.
FRancisco Rivero. Paraulata. 2013. |
La Paraulata es buena voladora, como los hermosos azulejos y
las golondrinas. Movía su larga cola de un lado a otro, hacia arriba y hacia abajo, como un afilado cuchillo queriendo
cortar el aire en tres pedazos.
Un poema de paraulata que no termina bien.
Me encontré una paraulata
Bajando de una montaña
Que cantaba una canción
Con su fina voz de plata
Quise llevármela a casa
Para tenerla conmigo
Y entonces con mucha maña
Me le acerqué con sigilo
Con un lazo de pabilo
Logré amarrarle las
patas
La bicha se me escapó
Y me caí de la mata
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