viernes, 17 de enero de 2014

Linderos de piedra que dividen la tierra




Los linderos de piedra son parte del paisaje de montaña. Están allí como para recordarnos la presencia del hombre que hace valer su derecho sobre la tierra marcando  su propiedad.  Detrás de este amontonamiento de piedras que nos impiden avanzar, se esconde un sistema complejo de propiedad, intangible pero de fuertes raíces que conectan al hombre con la Madre Tierra.

Francisco Rivero. Linderos. 2010.
-          Aquí termina lo mío y más allá comienza lo del vecino-suelen decir.
¿De quien era la tierra antes de la llegada de los primeros colonizadores? Seguramente, de quien la cultivaba, habría respondido Rousseau. Los españoles trajeron la cerca, el derecho agrario, las herencias, las bienhechurías, los repartos indígenas, las encomiendas, los títulos de propiedad  y todo el sistema  actual de tenencia de la tierra. Las matemáticas y la geometría nacieron en el antiguo Egipto, midiendo la tierra, para hacer un justo reparto. Las guerras y el colonialismo también reparten.
Me quedo contemplando este bello paisaje montañero. De aquí surgen ideas para unos trabajos en pastel sobre cartulina de color verde oliva. Tomo algunos apuntes sobre el lugar, saco unas fotos y luego converso un poco con un campesino. Le pregunto sobre su propiedad.
Francisco Rivero. Tres eucaliptos. 2013.

-          De donde están aquellos tres eucaliptos para este lado es un barbecho que se lo escrituré a mi hijo mayor. Un palmo de tierra. Puede que tenga una fanega. Es un terreno baldío en donde crecen nabos de flores amarillas. Desde aquel filo de la montaña, hasta el borde derecho de la quebrada es la finca de mi tía. Pa la parte de abajo hay un lindero cercano al río. De allí sacan buenas cosechas de papa negra y de trigo.
-¿Aquella vaca que está pastando en su terreno, le pertenece?
Esa no es mía. Por allí hay paso real que viene desde hace mucho y hay que respetarlo.

Francisco Rivero. La Capilla. 1991.
Hay una blanca capillita por allá en el Estado Trujillo, cerca del pueblo de la Puerta en el Valle del río Momboy. El lugar se llama La lagunita.
Una señora que pasaba por el camino me regaló unas moras.
-¿De quien es el río?- Pregunto ingenuamente.
-El río es de la nación. ES propiedad de todos. Si alguien necesita agua puede usarla.
Gracias a Dios. De cualquier manera, yo tomo esto que abarca la mirada y me lo llevo en un cuadro. ¡Todo este paisaje es mío y me pertenece!

2 comentarios:

  1. «¡Todo este paisaje es mío y me pertenece!»

    Y ahora, gracias a usted, pertenece a todos los que pasamos por este blog, que es como un paso real.

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