Pintando al oleo los paisajes de Tovar.
La
ciudad de Tovar en el Estado Mérida, es un motivo para mis pinturas al oleo. Ella se extiende en un pequeño
valle, rodeado de verdes montañas. El clima es algo cálido y agradable. Su
gente alegre, parrandera y muy sociable. Sus mujeres hermosas.
Francisco Rivero. Tovar. 2000. |
Pinte este cuadro al óleo de formato grande 80 x100 cm. Hace algunos años y lo he estado retocando desde entonces. Es una vista desde la carretera de Zea en un cuadro que nunca se termina....
Se
puede apreciar los primeros barrios de la parte de abajo en Sabaneta, la
iglesia de estampa colonial en el casco central, la hermosa galera- una formación
montañosa de gran atractivo y El Llano. También se observa la plaza de toros. Desde
allí se desprende la carretera trasandina que nos conduce hacia Bailadores y
más allá al Páramo de la Negra.
Sus
calles estrechas que se empinan hacia el cielo evocan nuestros años de
infancia. Los patios de viejas tapias con matas de naranja y limoneros
refrescan el aire del atardecer. Son
imágenes gratas para el recuerdo que nos llenan de felicidad. Recordando a Tovar es un tema intermitente en mi pintura al oleo.
Tovar ha sido llamada por los poetas la Sultana del Mocotíes, por su relación tan íntima con el río del mismo nombre, que la baña con sus aguas siempre cantarinas. Rodeada de una naturaleza ubérrima, con una temperatura agradable de 21.5 o C y en medio de montañas y valles secundarios de gran atractivo, Tovar ha sido siempre cuna de hermosas mujeres, campesinos laboriosos, escritores y artistas de mucha imaginación. La población se asienta a 952 metros de altitud sobre una terraza amplia de origen aluvial, que culmina en el cauce del río hacia la parte baja, formada por los sedimentos arrastrados por las quebradas que nacen en la cordillera a lo largo de miles de años. Se encuentra atravesada por la carretera Transandina, a 75 kilómetros al sur oeste de Mérida.
La iglesia de Tovar.
La iglesia de Nuestra Señora de Regla, patrona de Tovar se encuentra en el lado Oeste de la Plaza Bolívar. De estilo tradicional, con fachada rectangular y una torre cuadrada en el lado izquierdo, esta rematada por un hermoso frontis de tres torres.
Su construcción fue bastante lenta y se inicia en 1850 con el esfuerzo constante del Prebístero Dr. Juan Bautista Arias. En 1894 sufrió bastante la estructura por los embates del terremoto y la cúpula se desplomó. El pueblo cristiano de Tovar se dedicó con denuedo a reconstruirla y en poco tiempo la iglesia se encuentra nuevamente en pie.
En 1978 por decreto de la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico fue declarada Monumento Histórico por su valor como pieza arquitectónica de gran valor. Desde 1994 se realizan trabajos de restauración de su fachada de mampostería en ladrillo original, así como el piso de mosaico, el coro y los nichos laterales.