martes, 17 de abril de 2012

Un bongo remonta el Arauca.



Un bongo remonta el Arauca.


Un bongo remonta el Arauca bordeando las barrancas de la margen derecha.  Así comienza la famosa novela Doña Bárbara de Don Rómulo Gallegos, publicada en 1929. Una obra esencial y de obligatoria lectura para todos los que quieran comprender  la manera de ser y el alma del venezolano.  

Doña Bárbara es la novela venezolana más popular: desde su aparición, en 1929, se leyó con avidez quizás porque entre líneas Gallegos expresaba su rebeldía al régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez y al atraso que vivía el país. La novela examina el tópico sociológico, de raíz positivista, civilización frente a barbarie en la vida venezolana rural.
Wikipedia.

Estoy leyendo de nuevo esta maravillosa novela que entre otras cosas, describe con emoción el vasto paisaje del Llano Colombo- Venezolano. Es una novela universal que narra la lucha de la civilización contra la barbarie. Un ideal de aquella época, que hoy habría que ver y revisar con cuidado.


Un bongo remonta el Arauca. 2012

Tres ríos..




El Arauca. Francisco Rivero.
El Arauca. Francisco Rivero.




¡De más allá del Cunaviche, de más allá del Cinaruco, de más allá del Meta. De más lejos que nunca!  De allí salió Doña Bárbara.  ¿Cuántos compatriotas conocen estos lugares? Seguramente muy pocos.
Son tres río que recorren el sur de la llanura de oeste a este y desembocan en al Orinoco. En sus orillas revolotean las garzas entre los chaparrales. Son ríos llaneros pero se alimentan del agua de la cordillera andina.



De más allá del Cunaviche. 2012.


Que Grande es Venezuela. 

Qué grande es Venezuela, piensa uno. Que pasaje tan majestuoso por su grandiosidad  y a la vez desolado podía ver desde la ventanilla de mi asiento. Apenas conocía una pequeña parte de mi país y ahora se develaba ante mis ojos un territorio infinito, desconocido y misterioso.

El Acarigua, el Guanare, el Masparro, el Boconó, el Santodomingo son ríos llaneros. Todos ellos  sedientos en el verano hasta que llega el invierno y engrosan su caudal con las lluvias. Se salen de sus cauces, anegan las vegas de las riberas, causan estragos en los poblados con las inundaciones. En invierno, cuando trabajan de manera  incesante  moviendo  rocas y arrastrando montañas de   arena hacia el sur del país son temerarios. Ahora son corrientes de aguas mansas que se fugan perezosamente de la tierra seca que quiere tragárselos, serpenteando entre matas, esteros  y medanales.

Hay muchos ríos, tierras fértiles, sol en abundancia en toda esta región, todo lo que se necesita para un gran desarrollo industrial y agropecuario pero esta región duerme en el abandono. Por estas tierras la civilización casi no avanza. A medida que nos movemos hacia occidente volvemos al pasado con las imágenes de  atraso y barbarie. Es la Venezuela de Doña Bárbara, la que se resiste a desaparecer, la que  se rebela en contra de cualquier intento de orden y planificación. La gente también es pesimista y apática por influencias del medio ambiente. Se conforman y viven con lo necesario. Es como viajar en un túnel del tiempo. 


El caño del río. Francisco Rivero.
El caño del río. Francisco Rivero.



Entre el llano y la Montaña.





Entre llano y montaña. Francisco Rivero.
Entre llano y montaña. Francisco Rivero.


Puente sobre el río Boconó.