Los Paisajes de Mérida.
Hoy les presento algunas de mis obras realizadas al pastel, entre los años 1991-93. Recuerdo que el descubrimiento de esta técnica de pintura al pastel, significó un gran acontecimiento en mi vida. Gracias a ello, puedo expresar todo un mundo de imágenes. Son imágenes que nacen de la contemplación del paisaje. Me estoy refiriendo, por supuesto, a los maravillosos paisajes de los Andes Venezolanos.
Paisajes de Mérida, Venezuela al pastel.
La pintura de pastel es seca. El soporte ideal es un tipo de cartulina especial, que tiene ciertas rugosidades en donde se sostiene el polvo. La pintura se agarra bien a la cartulina y se pueden mezclar los colores frotándolos con los dedos. Esta viene en barras de casi todos los colores y tonalidades. Son pigmentos quimicamente puros fijados con un aglutinante, y por esta razón, los colores apenas cambian con el tiempo. La técnica posee algunas ventajas sobre el óleo. Por ejemplo, usando el pastel podemos trabajar más rápido. Además, al no tener aglutinantes que lo fijen como el aceite, las obras no pierden su calidad en el tiempo. Sin embargo, por ser un polvo, la pintura al pastel es muy delicada. No se puede manipular mucho porque entonces la pintura se borra fácilmente. Por esto, una vez que la obra esté acabada, debemos guardarla en un sitio seguro, o bien enmarcarla.
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Vista de Los Andes de Venezuela. Francisco Rivero. 1990. |
Las obras al pastel de pintores modernos como Tolouse-Lautrec, Odilon Redon, Degas y Picasso. Todas ellas traducen frescura, además de espontaneidad. Quise poder pintar como ellos, para lo cual decidí aprender por mi propia cuenta.
Como todas las cosas nuevas que emprendemos, al comienzo fue algo difícil. Después de estudiar un libro donde explicaban lo básico sobre la pintura al pastel, y prácticar mucho logré mi objetivo. Al comienzo pintaba flores. Resultó fácil después poder pintar estos paisajes.
Me gusta salir al campo y explorar los pequeños puebos perdidos entre los valles de las cordillera. Uno siempre se encuentra con pequeñas sorpresas en ellos. Son pueblos pacíficos donde la gente vive al ritmo marcado por la naturaleza.
En esos lugares no hay prisa ni preocupaciones, pues los días transcurren en una continuidad vital. No hay alteraciones extrañas producidas por el "progreso".
El paisaje de abajo pertenece a la montaña alta, un poco más de 3000 metros sobre el nivel del mar, en el pequeño pueblo de
Apartaderos. A su lado transcurre plácidamente el
Río Chama
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Alto Chama- 1991 |
Bajando de este lugar hacia la región de
Los Llanos de Venezuela, se encuentra el pueblo de
Santo Domingo. Un bello rincón situado a la orilla de la
Carretera Trasandina. Es un lugar turístico rodeado de verdes montañas del bosque nublado.
Santo Domingo- 1992
Ahora tenemos una vista del pueblo de San Rafael de Mucuchíes. Esta pequeña población se encuentra sobre una pequeña meseta. La meseta está cortada en sus estribaciones por el río. San Rafael es un lugar algo frío debido a la altitud. En realidad es el pueblo más alto de Venezuela. El aire del lugar es puro, limpio y transparente.
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Acuarela del río- 1991 |