sábado, 16 de enero de 2021

Pinturas de los Andes.

 

Pinturas al oleo de los Andes: Viaje a Seboruco.

Hace ya bastantes años, en 1993 exactamente, hicimos un viaje a Seboruco para visitar los familiares de mi esposa. Salimos temprano pues el trayecto es largo. Además llevábamos carne para asar en Las porqueras, un parque muy bonito que se encuentra un poco  antes de llegar  a La Grita. En aquella época se viajaba de manera cómoda y segura por carretera. Había estaciones de servicio en donde surtían gasolina las 24 horas al día. En los sitios de parada para los turistas se podían consumir pasteles, empanadas y refrescos a precios bien solidarios.

Montañas del Táchira, Páramo de la Negra, Cuadro al oleo de Francisco Rivero. 1993.
Montañas del Táchira. Páramo de la Negra.Francisco Rivero. 1993.


Para pintar al oleo nada como hacer el viaje turístico desde la ciudad de Tovar a Seboruco es de hermosos paisajes, siguiendo la ruta de la vieja carretera Trasandina, que atraviesa páramos, valles y ríos. 


Un paisaje formado  a la medida del hombre, con campos de cultivos de papas, zanahorias y otras hortalizas que matizan de verde los suaves lomos de los    cerros. De repente, al final de una curva surge un pueblito envuelto en la neblina, con sus casas blancas y tejados de naranja intenso, destacándose entre oscuros pinares. La brisa trae aromas de campo, del cilantro, y del  cebollín. El  olor de los potreros se eleva lentamente  y la tierra fresca que brota  en los surcos dejados por el arado de los bueyes, agita los sentidos.  


Paisaje de la Grita. Pintura al oleo de Francisco Rivero. Año 1999.
La Grita. Francisco Rivero. oleo 1993.


Después de detenernos en Las porqueras, bajamos hasta la Grita. Entramos a la Basilica a visitar el Santo Cristo.

Plaza e Iglesia de Seboruco, Estado Táchira, Venezuela.. Francisco Rivero. Año 1992.
Iglesia de SEboruco. Francisco Rivero. 1993.


Al fin llagamos a Seboruco, un pueblo encantador de clima cálido con una iglesia muy especial pues tiene tres torres de campanario.  

PRINCIPALES ACTIVIDADES ECONOMICAS Zona que presenta una excelencia agrícola ya que se producen con alta calidad el tomate, cambur, café, caña panelera y cebollín como cultivos principales cuenta con unidades intensivas de explotación lechera y unidades extensivas con animales criollos y mestizos.

Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Municipio_Seboruco.


 Pintando en la Mesa de Ejido. 

Quise pintar un cuadro al óleo sobre un tema de los Andes. 

Cuando quiere ir hacia Jají desde Mérida, siguiendo otra ruta, entonces lo hace por La Mesa de Ejido. La Mesa es una toponimia muy común en estas regiones andinas.  ¿ Cuántos pueblos que se llaman La  Mesa hay en Mérida? 


  1. 1.                   Mesa de  Bolívar.
  2. 2.       Mesa de Quintero.
  3. 3.       Mesa de Moreno.
  4. 4.       Mesa Julia.
  5. 5.       Mesas de los Indios.
  6. 6.       Mesa de las Palmas.
  7. 7.       Mesa de Adrián.
  8. 8.       Mesa de Mococón.
  9. 9.       Mesa del Carmen.

Tomado de mi libro Visitando Mérida: 


 La Mesa de Ejido, como su nombre lo indica, está ubicada sobre una meseta bastante alta a 1.427 metros de altitud sobre el nivel del mar, a mitad del camino entre las tierras áridas de San Juan y el bosque frío y nublado de la Cordillera de La Culata. Sus suelos de origen aluvial son bastante fértiles. Esta posición tan estratégica, al disponer de un clima templado agradable, con una temperatura media de 19.1 °C, una precipitación media anual de 995 m.m. y estar cerca de las fuentes de agua, propició el establecimiento de comunidades indígenas desde la época precolombina. En la actualidad cuenta con una población de 3.784 habitantes.

Su Plaza Bolívar situada en la parte más llana de la meseta, ofrece jardines de flores primorosamente cuidados y pinos enanos, de copas esféricas, que forman laberintos entre las caminerías y bancos de cemento. Desde allí se observan algunos de los más hermosos paisajes de los Andes venezolanos.

En el centro de la plaza, se alza el busto del Libertador. Una sensación inefable de recogimiento, lírico encanto se respira en la Mesa de Ejido. De  recoleta intimidad,   la pequeña plaza, transmite un sentimiento de paz que proviene de su rústica sencillez y el casto silencio que reina en sus alrededores. Los tallos esbeltos de unas enormes palmeras, que dibujan sus siluetas frente al azul del cielo, semejan centinelas gigantes del poblado.

La Mesa de Ejido. Francisco Rivero.
La Mesa de Ejido. Francisco Rivero.



Su pequeña iglesia presenta una sola nave con crucero. Con techo de tejas a dos aguas, torre cuadrada y algo chata, es una construcción de estilo tradicional andino, de encantadora sencillez por su autenticidad arquitectónica. Posee una única entrada a través de una puerta doble de madera claveteada, en forma de arco ojival. La antigua iglesia se derrumbó y sobre ella se reconstruyo la actual en 1912. La puerta de madera es de la iglesia original. 

Nos despedimos, con una sabrosa torta de auyama de esas que venden en una esquina de la Plaza. Al llegar a casa pinté este paisaje de los Andes.


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