lunes, 10 de enero de 2011

Toros

Las corridas de toros han sido un tema de inspiración para muchos pintores. El pintor español Francsisco de Goya y Lucientes, cuando contaba setenta años en 1814, publicó su famosa serie de grabados La Tauromaquia.  En ellos se relata la historia del toreo en 33 obras de gran inspiración. Son imágenenes llenas de realismo y emoción, donde se expone este sensacional espectáculo, el deporte más importante del pueblo español.
Tambié otro genial español: Pablo Picasso se sintió atraído por este tema y nos dejó algunas pinturas taurinas de gran audacia y creatividad. En su famoso cuadro Guernica, la cabeza de un toro herido de muerte, es uno de los iconos más reconocibles del arte del siglo XX.
En las ciudades de los Andes Venezolanos, se practica el arte del toreo. Es una herencia dejada por los españoles y que se ha cultivado a través de los tiempos. Es un espectáculo lleno de colorido, bravura e irracionalidad, donde se dan cita todas las pasiones humanas. Hoy en día el espectáculo ha sido condenado por algunos.
Los colores de la corrida son el rojo, ocre y negro. Para mi representan, la sangre, el dinero y la fama , y la muerte, respectivamente.

Torero. 1996
Con el capote, los matadores logran bellos pases. Todas estas pinturas fueron pintadas al óleo, hace bastante. En aquella època yo estaba bastante interesado en este tema. Asistí a muchas corridas y tomaba apuntes en la plaza de toros. Estos cuadros de formato 60 x 60

Novillero. 1996.
El estilo puntillista cala muy bien en la pintura taurina.

El arte del capote. 1996.
En esta pequeña pintura  a la acrílica de 30x40 cm, yo dejé una interpretación muy subjetiva sobre el espectáculo de las corridas de toros. Es el momento de más intensidad en toda la faena, cuando el matador se dispone a dar muerte al toro. Este es  el momento sublime, cuando  se traspasa el umbral entre la vida y la muerte. El cielo se pone negro, hay un silencio absoluto en el redondel y todo se mueve girando en circulos.

Muerte del toro. 1989.
Hay un deporte muy típico de Venezuela, llamado los Toros Coleados. Este se practica en todo el país, pero tiene más arraigo en Los LLanos. Es el deporte nacional de Venezuela. El toro se suelta en una manga y el coleador, debe tumbarlo al suelo usando sus habilidades. Demás etá decir, que se requiere ser un buen jinete para lograr el objetivo. La fiesta de los toros coleados es alegre, vistosa y emocionante. Las bellas muchachas  con flores en el cabello, premian a los ganadores con un beso.

El coleador. 2006.

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