lunes, 27 de diciembre de 2010

Mucurubá.

A partir del año 2000 en adelante, comencé a pintar paisajes en  Mucurubá y sus alrededores. Un lindo pueblito de los Andes Venezolanos, situado a 2400 metros de altitud. El lugar ofrece vistas interesantes, por estar rodeado de altas montañas. Mucurubá está  en un sitio donde,  las dos cadenas  montañosas: La Sierra Nevada de Mèrida y La Sierra del Norte, casi se tocan.

La  vieja iglesia del pueblo y sus casas de estirpe colonial, con tejados de distintas coloraciones, ofrecen un bello motivo pictórico. 

Es una pintura al óleo sobre tela, que mide  50x70 cm. Coloqué una fotografía  de esta pintura   en mi página web. Una escritora colombiana residente en Seattle Estados Unidos: Nélida Mendoza,  vió la imágen y le gustó mucho. Ella  solicitó mi permiso para ilustrar uno de sus libros de poesías: canciones del alma gitana. Yo jamás he visto  el libro, pero quisiera tenerlo entre mis manos  algún día.

Mucurubá. 2003.
He aquí una vista panorámica de Mucurubá. Es una pintura al óleo de 100 x 90 cm. Como ustedes pueden observar, fue  ejecutado con bastante detalle. Esta es  la vista que se tiene desde la parte alta del  pueblo, bajando desde La  Meseta de Mococón,

Vista de Mucurubá. 2004.
Pinté el camino desde mi casa hasta La Meseta de Mococón.   Es una vista desde las alturas que abarca un amplio panorama. Como pueden ver, es un caminito sinuoso que atraviesa un pequeño bosque de cipreses. Me gusta hacer esa ruta a pie en las mañanas, para encontrarme con los vecinos.


El camino de la Mesa. 2003.
Muchas casas y muros em  Mucurubá  están hechas usando materiales proporcionados por la misma naturaleza, como las piedras y el barro.



La casa campesina. 2003.
La siembra de hortalizas es la actividad primordial de los habitantes del pueblo. Hay huertas de lechugas, papas, calabacín y otros vegetales por todos los alrededores. Desde los tiempos de la conquista y colonización, en Mucurubá se cultivaba el trigo de manera intensa. Esto trajo como consecuencia el desgaste de la tierra y una marcada erosión de los terrenos inclinados. En 1956 por un decreto del gobierno de aquel entonces, se prohibió sembrar más trigo. Se dió inicio a un gran proyecto de reforestación de todo el páramo. A partir de entonces se trajeron expertos  en agricultura de las islas Canarias para implantar en nuestro país el cultivo de las hortalizas con técnicas modernas: sistemas de riego artificial, fertilizantes químicos, plaguicidas,....etc. 
Estos cambios  afectaron a la población: se perdió la cultura del trigo y se crearon grandes latifundios. En este cuadro se muestran las dos caras: el pasado, con una parcela de trigo descuidada y el presente mediante una huerta reluciente de bellas hortalizas.

Trigo y hortalizas. 2004.
Todavían quedan en los alrededores de Mucurubá algunas eras ( Molinos circulares  para trillar el trigo, hechas de piedra). El trigo era trillado con los cascos de las mulas. Una tierna estampa del pasado, lleno de nostalgia, cuando todas las montañas de Mucurubá relumbraban  con las espigas doradas, bajo el ardiente sol de la mañana.

La era. 2006.

2 comentarios:

  1. Excelentes obras, captadas por la percepción espiritual y la sensibilidad que solo poseen quienes fueron premiados, por la providencia, con la facultad y dominio de las artes plásticas.

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